Policiales

Quedó detenido el chofer del micro e investigan si se durmió al volante

El fiscal Rodolfo Moure imputó al chofer de 44 años de triple homicidio culposo agravado y lo envió a la cárcel de Batán. Dos de las víctimas integraban un grupo de albañiles que se dirigía a Miramar a trabajar el otro fallecido es un menor de Santa Clara.

Dos albañiles que viajaban hacia Miramar y un menor de 16 años que regresaba a la casa de sus padres en Santa Clara del Mar son las víctimas fatales del accidente ocurrido esta mañana en la Autovía 2 a la altura de la localidad de Vivoratá.

En tanto el chofer del interno 1107 de la empresa Rutamar quedó aprehendido y acusado de triple homicidio culposo agravado. Las primeras averiguaciones realizadas por el fiscal Rodolfo Moure apoyan la hipótesis de que el conductor se durmió en el kilómetro 373 y tras despistarse el micro volcó sobre uno de los laterales dentro de un cantero inundado.

Las tres personas fallecidas fueron identificadas como Santiago Ayerzi (16), Víctor Obregó (37) y Cristino Moudelle (53), este último de nacionalidad paraguaya, quienes presumiblemente ocupaban asientos del lado izquierdo del colectivo.

El siniestro se registró alrededor de las 7 de este miércoles, cuando el chofer identificado como Adrián Raventtini (44) perdió el control del colectivo que había salido de General Pacheco con destino final en Miramar.

Aunque trascendió ya que Raventtini se habría relajado (se espera su declaración ante el fiscal), todavía no se puede confirmar con certeza el motivo que provocó el despiste. El colectivo de Rutamar, con 25 pasajeros a bordo, se desvió hacia la hondonada central que divide los dos carriles de la Autovía y al existir un importante desnivel volcó sobre su lateral izquierdo.

“Algunos íbamos dormidos y nos despertó el estruendo, y de golpe nos empezamos a mojar en medio de los gritos”, dijo un pasajero que pese a no sufrir lesiones fue igual trasladado a un centro de salud de Coronel Vidal.

Varios automovilistas se detuvieron a socorrer y se comunicaron con la caminera de Camet, que ordenó de inmediato el envío de ambulancias y personal de Bomberos, al tiempo que otros destacamentos ruteros de la zona acudieron de urgencia.

Los primeros momentos fueron de gran desesperación porque algunos de los pasajeros ayudaron a otros más golpeados a salir y el dolor y el frío se llenaron la escena de angustia.

Los que se hallaban con más complicaciones fueron trasladados prioritariamente al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) mientras que un relevamiento inicial permitió detectar al menos tres cuerpos dentro del colectivo. Si bien al principio se especuló con que podía haber más víctimas, ese rumor fue descartado después de algunas maniobras de búsqueda en el agua.

Una vez que el fiscal Moure arribó al lugar autorizó a los operarios de una grúa a que removieran el vehículo y lo colocaron sobre sus ruedas. Entones se pudieron rescatar los tres cadáveres, uno de los cuales estaba colgando de la ventanilla.

El primero en ser identificado fue el menor Ayerzi, quien poco antes había enviado un mensaje a su familia que lo esperaba en Santa Clara del Mar.

Luego se logró conocer el nombre de Obregón, un hombre oriundo de La Matanza que viajaba hacia Miramar en compañía de otros albañiles para realizar una obra. Fueron los tres obreros sobrevivientes Ramón Rolón, Walter Dolientes y José Dolientes quienes aportaron los datos para identificar a Moudelle tras explicar que viajaban todos juntos.

En tanto el fiscal Rodolfo Moure ordenó mantener detenido al chofer del micro ante la probabilidad –elevada en base a algunos testimonios- de que el despiste se produjera por una negligencia en la conducción.

El fiscal Moure hizo algunas consultas en el lugar y ordenó aprehender al chofer por considerar que había que imputarlo y aguardar los resultados de distintas diligencias. Por eso fijó horario vespertino para que la comparecencia y mientras tanto dispuso su alojamiento en la Alcaidía Penitenciaria de Batán.

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